La pandemia del COVID-19, que ha causado una profunda conmoción en nuestras economías y sociedades, ha subrayado la dependencia que la sociedad tiene de las mujeres, tanto en primera línea como en el hogar, al tiempo que ha puesto de manifiesto las desigualdades estructurales en todos los ámbitos, ya sea el económico, el sanitario, la seguridad o la protección social.
¿Sabemos que en todo el mundo, casi 1 de cada 4 niñas de entre 15 y 19 años no está empleada ni estudia o recibe capacitación, en comparación con 1 de cada 10 niños de la misma edad? Para el 2021, alrededor de 435 millones de mujeres y niñas vivirán con menos de $1,90 al día, lo que incluye a 47 millones empujadas a la pobreza como resultado del COVID-19.
En muchos países, el cierre de las escuelas provocado por la Covid-19 ha supuesto la pérdida de un lugar seguro para millones de niñas. Un lugar donde, a parte del aprendizaje, de jugar, de relacionarse con otros niñ@s... encontraban un espacio donde estaban protegidas, al menos durante unas horas, donde se alejaban del maltrato, los abusos sexuales, los matrimonios obligados, los embarazos en adolescentes...
Es obligación de todos, luchar para lograr la igualdad de género y el emponderamiento de la mujer. Enseñemos a nuestr@s hijo@s que que sólo garantizando los derechos de las mujeres y las niñas en todos los ámbitos, llegaremos a la justicia y la inclusión.
Mantengamos nuestro entorno compartido ahora y para las generaciones futuras.
